Sigue el gafe del RCD Espanyol ante el Girona, al que no ha sido capaz de derrotar en su estadio en las cinco ocasiones en las que se han enfrentado entre Primera y Segunda División. Los pericos, a rebufo de sus vecinos en la clasificación, se adelantaron por medio de Jofre pero vieron como un gol de Stuani en las postrimerías les deja solo dos puntos por encima de la zona de descenso. Por su parte, los gerundenses sumaron su quinta jornada sin conocer la victoria y seguirán, una semana más, en tierra de nadie.
Manolo, que en la previa ya avisó que intentaría “tocar lo justo”, repitió once por tercera jornada consecutiva, cuatro si tenemos en cuenta que es el que pretendía plantear en La Cerámica antes de que el partido se suspendiera por alerta roja meteorológica. Mientras tanto, Míchel le dio su primera titularidad al ex azulgrana Arthur Melo y sorprendió apostanto por Iván Martín en detrimento de David López, pasando de un 5-2-3 a un 4-3-3.
Las iras de la hinchada local, como era de esperar, se centraron desde los instantes previos al pitido inicial en Yangel Herrera, que días atrás amenazó con volver a mandar callar a la que fue su afición la temporada 2021-22.
Sobre el verde, lo esperado. El Girona amasando el balón en busca de espacios y el Espanyol a verlas venir, sabedor de su potencial a campo abierto. El primero en avisar fue Miovski, con un tiro desviado en el 7’, aunque el peligro real lo puso, desde la derecha, el ucraniano Tsygankov, un dolor de muelas para Carlos Romero.
El ex del Dinamo Kiev percutía y una y otra vez por su banda y solo el buen hacer de Omar, expeditivo como siempre, evitó que Miosvki remachara, en boca de gol, un gran centro suyo en el 17’.
Sin respuesta espanyolista, Urko, Pol Lozano y Král tenían que multiplicarse en la zona ancha, viendo el segundo una amarilla en el 22’ que le impedirá estar el próximo sábado en Son Moix.
Pero, cosas del fútbol, la más clara del primer tiempo corrió a cargo del Espanyol, con Jofre habilitando a Puado después de un inoportuno resbalón de Arthur. No pudo aprovecharlo el ayer capitán perico, cuyo derechazo repelió con sobriedad Gazzaniga.
La polémica, inevitable en este tipo de partidos, hizo acto de presencia en los instantes previos al descanso, con un par de faltas favorables al Girona que encabritaron a los 23.997 presentes, aliviados cuando en el añadido Cordero Vega dejó en amarilla una dura entrada de Puado sobre Blind.
Tras el paso por vestuarios, los goles. En el primero, Urko recuperó un balón en campo propio y puso a correr a Jofre, que fue avanzando metros hasta que no tuvo otra que disparar. Gazzaniga, mal colocado en esta ocasión, no pudo llegar, permitiendo que el extremo, nacido en Girona, sumara su tercer tanto del curso, igualando así sus registros realizadores del pasado curso en Segunda.
Llegaron entonces los mejores minutos del Espanyol, adornándose por momentos con la pelota y cerca del segundo en un par de llegadas Král, algo impreciso de cara a portería. Movió ficha Míchel, que echó mano de la vieja guardia dando entrada a Portu y Stuani, y así el Girona empezó a arrinconar al Espanyol, necesitado de ya habitual milagro de Joan Garcia, providencial tras tiro a bocajarro de Yangel, para mantenerse por delante en el marcador.
Hasta que, en el 86’, un inocente penalti de Urko sobre Tsygankov supuso el principio del fin para los pericos, que vieron como se repetía la historia del día del Athletic. Stuani, un especialista, no falló desde los once metros, poniendo unas tablas que, visto lo visto en los instantes, satisface más al Espanyol que al Girona.
