El Real Madrid cumplió con la lógica y se clasificó para los octavos como primero de grupo tras ganar fácil al Salzburgo. Fue el mejor de los partidos que los blancos han jugado hasta ahora y ya se vio la mano de Xabi Alonso. Ahora, el Real Madrid se enfrentará a la Juventus en octavos, el día 1 de julio a las 21.00 hora española, con PSG o Bayern en el horizonte.
Xabi Alonso decidió apostar ante el Salzburgo para buscar los octavos del Mundial de Clubes por lo que mejor sabe hacer o lo que sabe que le funciona. O lo que es lo mismo, echar mano de su sistema de juego favorito, el que le funcionó de perlas en el Leverkusen. Un 3-5-2 con Rüdiger, la novedad en el once, Tchouaméni y Huijsen como centrales y adelantando a Trent y Fran García al centro del campo.
Una medular en la que Bellingham pasó de la izquierda a la derecha y en el que Arda ejercía de mediocentro para sacar el balón, papel que era para Valverde cuando tocaba defender. Arriba, Vinicius y Gonzalo. Con ese planteamiento y, sobre todo, con las líneas muy juntas para presionar la salida del balón rival, el Real Madrid comenzó el partido en plan apisonadora ante un Salzburgo al que le costaba un mundo ver de cerca a Courtois.
El plan de Xabi Alonso estaba funcionando de maravilla. Los suyos apretaban arriba y se estaban gustando, pero las ocasiones no llegaban. De hecho, no fue hasta el minuto 20 cuando llegó la primera del partido. Fue de Vinicius, pero se encontró con el meta del equipo austríaco que evitó el gol del Real con una gran parada.
El Real Madrid fue perdiendo fuelle y eso provocó que el Salzburgo respirara y se acercara al área de Courtois con su primer disparo a puerta en el minuto 26. Los austríacos lograron igualar el duelo que ya no era un monólogo del Real Madrid que, sin embargo, se adelantó en el marcador. Fue en el minuto 40 cuando Vinicius marcó el 0-1 al culminar una contra tras un gran pase de Bellingham. Los blancos, cuando parecía que peor estaban, se sacaron de la manga una contra letal para adelantarse en el marcador. En resumen, la misma historia de siempre con el Real Madrid de por medio.
El Salzburgo pudo empatar poco después tras un error defensivo de los de Xabi Alonso, pero el que marcó fue Fede Valverde en el minuto 48. Tras recibir un gran pase de tacón de Vinicius, el uruguayo puso el 0-2 con el que se llegó al descanso.
El segundo acto comenzó con un doble cambio en el Salzburgo, obligado a ir a por todas para no quedarse fuera del Mundial de Clubes. Y en esas situaciones apareció, como siempre, Courtois para frenar a los rivales y corregir los errores defensivos de sus compañeros.
El Real Madrid, por su parte, jugaba con el viento a favor del resultado. Ya no presionaba arriba, esperaba atrás para buscar una contra con la que cerrar definitivamente el partido. El Salzburgo apretaba en busca del gol que tuvo Baidoo, pero su remate lo salvó Bellingham en la línea de gol. Xabi Alonso decidió entonces meter en el campo a Modric, Rodrygo y Jacobo. Este último, por Rüdiger que dio el susto por una posible lesión que, en principio, se quedó en nada.
Los minutos iban pasando y las urgencias provocaron que el técnico del Salzburgo pusiera en el campo todo su potencial ofensivo para buscar el gol. La respuesta de Xabi Alonso fue dar entrada a Ceballos para frenar los ímpetus austríacos a través de tener más el balón. Gonzalo acabó con las esperanzas del Salzburgo marcando el 0-3 en el minuto 84. El canterano aprovechó un error defensivo de los austríacos para lograr el gol con una gran definición. Poca historia más tuvo el partido y el Real Madrid pasó a octavos como primero de grupo tras una victoria fácil.
