El 7 de mayo del año pasado, minutos después de que el Dortmund eliminase de la Champions al PSG, Luis Enrique indicó en la rueda de prensa post-partido que su equipo no había merecido caer derrotado por 0-1. Apoyó su aseveración en que la cifra de ‘expected goals’ (goles esperados) de su equipo había sido muy superior a la de su rival. No mintió, ya que fue de 3.25 para el PSG y de 0.74 para el Dortmund. Todo aquel que para entonces no estaba familiarizado con dicho término descubrió que el técnico asturiano vino a decir que el PSG había merecido mejor suerte que la de la derrota por lo que dictó una métrica de la estadística avanzada basada no solo en el número de ocasiones de gol creadas sino también en la calidad de las mismas.
Sea como fuere, cada vez se habla más de los ‘expected goals’, y en lo que al partido de ayer se refiere, el PSG, ni de lejos, estuvo por encima del Arsenal a pesar de que regresó a París con un 0-1 que vale su peso en oro y le acerca a la final de Múnich.
Concretamente, los ‘expected goals’ de los de Mikel Arteta llegaron a ser 1.65 mientras que los de los de Luis Enrique se quedaron en 1.14. A pesar de ello, ganó el conjunto parisino, porque el fútbol entiende entre poco y nada de merecimientos y menos todavía de estadística avanzada. La métrica que hace un año nos enseñó al Luis Enrique más frustrado esta vez le hizo sonreír.
‘Expected goals’ a un lado, fue un partido muy propio de la ida de las semifinales de la Champions League. Ni siquiera un gol tempranero de Ousmane Dembélé hizo que unos y otros se desmelenasen por completo. El Arsenal buscó el empate, pero sin llegar a volverse lo suficientemente loco como para arriesgarse a que la desventaja fuera doble, y el PSG, aunque sin encerrarse atrás, se limitó a administrar una renta que entendió como más que buena. Lo hicieron los de Luis Enrique exhibiendo sobre el verde del Emirates Stadium que son un equipo excelentemente trabajado en el aspecto táctico. Desde el rol de un Dembélé por momentos omnipresente hasta los momentos de Achraf dejando la banda para convertirse en interior, el PSG, un equipo de un autor que no es otro que Luis Enrique, dejó claro que va muy en serio a por esta Champions.
