Iñaki Williams habla del sentido de pertenencia que supone ser jugador del Athletic Club en una entrevista en 'The Guardian' en la que también elogia al extremo del Barça Lamine Yamal. "En el fútbol moderno, donde hay tanto dinero y los clubes compran jugadores de cualquier parte, no es fácil tener nuestras 'limitaciones', pero competir con gente que conoces desde los 11 años, con la que compartiste un sueño, es lo que nos hace especiales", dice el delantero.
El mayor de los Williams se explica: "La afición podría estar donde estamos nosotros, nosotros podríamos estar donde están ellos. Es sentimiento, cultura, pertenencia. Para la gente y para nosotros, el Athletic es una religión. En los momentos difíciles, todos unimos fuerzas. Si te topas con un muro, lo haces. Juegas con amigos, hermanos...".
El Athletic juega esta noche en Bilbao, ante el Manchester United, el partido de ida de la semifinal de la Europa League: "Cuando Óscar decidió continuar, le dijimos: 'Algo grande va a pasar. El año pasado dudabas si quedarte y ganamos la Copa. Te quedas otra vez, volvemos a Europa, la final es en San Mamés... Ojalá se alineen las estrellas'", dice Williams, que añade: "El Manchester United es un gran equipo, pero nos sentimos bien y tenemos confianza".
Sobre su evolución personal, afirma que el ex delantero del equipo Aritz Aduriz le dio buenos consejos: "Él decía: 'En el área, tienes un segundo más. Colócala bien, haz un buen contacto'. Eres joven, la impulsividad te puede y te desesperas por marcar. Entonces, te vas a casa frustrado. Ahora manejo mejor los errores, tengo más pausa. Si te tocan, es penalti. No lo entendía antes, pero mejoras y lo entiendes. También es la edad. Es normal. Lo que no es normal es que Lamine Yamal ya haya entendido esto a los 17 años. Incluso Aduriz no era el mismo jugador al principio que después".
Iñaki Williams se felicita por lo logran a nivel de equipo y personal. "Ganar la Copa fue espectacular y ahora estamos cerca de una final europea… Me cuesta imaginar lo que hemos hecho, lo que me ha pasado. Nunca pensé que experimentaría tanto éxito, tanta felicidad. Estoy viviendo un sueño. Es increíble lo que te da esta profesión: la oportunidad de hacer sentir a la gente. Ves las caras de la gente y piensas: "¡Hostia! Lo que podemos hacer por la gente, ese don que tenemos, no tiene precio".