La crisis de la Real Sociedad: del sueño europeo al insomnio ligero

La Real Sociedad se ha caído. El conjunto de Imanol Alguacil ha sufrido un descenso en su fútbol en los últimos meses, motivada en gran parte, por supuesto, por la carga de trabajo que ha tenido el equipo durante febrero y marzo. El técnico trazó un guión, algo similar a un manual de supervivencia, olvidando lo que fue e intentando cambiar el paradigma, practicando un fútbol de mínimos que no le ha servido para sobrevivir. A pesar de que el año futbolístico tiene notas positivas como la capacidad que ha tenido el equipo para pelear por todo, parece obvio que se ha quedado algo lejos de cumplir el objetivo principal. 

Y es que la segunda vuelta de la Real Sociedad en liga ha sido realmente desastrosa, haciendo números de equipo de descenso prácticamente. El elenco txuri urdin acumula solamente 15 puntos de los 48 posibles en este tiempo. Los de Imanol solamente ha conseguido doblegar a 3 rivales -Espanyol, Leganés y Valladolid- en los 16 encuentros que se han disputado hasta la fecha, siendo la peor segunda vuelta de los últimos años, a la espera de que se disputen las tres jornadas que le restan a la temporada. 

Los donostiarras solamente han conseguido dos de los últimos quince puntos y Europa se les ha escapado. A pesar de que sigue estando a tiro, que parece ser el principal objetivo del club, las posiciones que dan acceso a Conference y Europa League se han ido a más de un partido. El séptimo, el Celta, próximo rival de los txuri urdines, está con 49 puntos a 6 de la Real. Una meta que parece imposible ante la falta de partidos por delante. Pero tampoco está para nada accesible el único puesto que da vía para jugar la Conference, que actualmente está en 47 puntos, 4 más que los que poseen los de Imanol.

Además, el calendario que tiene por delante el conjunto guipuzcoano no es para nada sencillo. Mañana juega contra el Celta en Anoeta. Los gallegos llegan muy en forma a un encuentro en el que se lo juegan todo y en el que no perdonarán. Además, tienen que recibir al Girona, que no puede perder ni un solo punto si quiere salvar la categoría, y cerrar la temporada en el Santiago Bernabéu en un encuentro en el que, aunque el Madrid casi seguro que no se jugará nada, no le pondrá las cosas fáciles al equipo

Más allá de lo que dicen los números, que lógicamente indican quelas prestaciones de la Real Sociedad han bajado en demasía, las sensaciones que deja el equipo sobre el campo son tremendamente malas. Más allá de lo acontecido en el encuentro frente al Atlético de Madrid, en el que el equipo prácticamente no salió a jugar, el fútbol que se viene practicando en los últimos meses no es acorde a lo que nos tenía acostumbrados la Real de Imanol. Es totalmente comprensible la necesidad de adaptarse al aluvión de partidos al que se ha tenido que enfrentar el elenco donostiarra, pero eso no justifica todo.

A la Real le cuesta un mundo generar. Sus ataques son escasos y sus posesiones muy poco verticales. No hace daño en transición, regatea poco de parado y su sistema de salida no le funciona. Además, con la exclusividad de Oyarzabal en la punta de lanza, no ha encontrado un segundo ariete que acumule grandes cifras goleadoras, algo que habría ayudado a que los resultados de los donostiarras mejorasen. Por otra parte, el sistema de presión tras pérdida le ha dejado de funcionar a Imanol y, sobre todo, al equipo le han hecho mucho daño en dos circunstancias: en robo tras pérdida y en centros laterales con llegadas de segunda línea. El oriotarra no ha sabido -o no ha podido- poner el parche en todo el año en algo que era realmente obvio.

Ahora, al conjunto txuri urdin le quedan tres encuentros a vida o muerte y la única manera de conseguir entrar a Europa es mediante los nueve puntos. Si la Real no gana todo, tendrá prácticamente imposible acceder a unos puestos que, además de encontrarse realmente lejos, están codiciados.