Publicado: 3 días atrás

2-0. Osasuna pone su 'cabeza' en Europa, merced a un Atlético apático

El mundo del fútbol debe ser una de esas realidades de la vida, que más se mueve entre sentencias, entre máximas que parecen cinceladas sobre rocas milenarias. Una de ellas es aquella de que un partido, especialmente en este tramo de temporada, suele llevárselo el que más lo necesita. Y en el caso del encuentro que el Atlético de Madrid disputó ante Osasuna, en El Sádar, dio esa sensación.

El equipo de Vicente Moreno se jugaba entrar en Europa y el de Diego Pablo Simeone llegaba a un estadio que suele requerir máxima implicación y concentración, ya de por sí, con los deberes de la Champions League ya hechos; y sin poco más en el horizonte que echarse a la boca. No diremos que el Atlético se dejaba llevar por la marea de unas aguas que manejaba Osasuna, pero tampoco se vio un equipo colchonero implicado como se le habría visto de jugarse algo. Un equipo colchonero algo apático que encajó dos goles, uno en cada mitad, los dos de cabeza, los mismos que había sufrido por esta vía en el resto de la temporada. 

Quiso arrancar el Atlético metiendo presión al cuadro local, pero se encontró con un Osasuna que era el que más se jugaba, la posibilidad de meterse en Conference League. El equipo colchonero tenía la primera a los cuatro minutos, un saque de esquina con casi los dos equipos metidos en el área de Osasuna, y un balón que le caía a los pies a Sorloth, para rematar algo mordido con un Catena que dificultaba lo suficiente para que el disparo no fuese más franco.

Galería
Osasuna - Atlético, las imágenes del partido Juan Manuel Serrano Arce / Getty

Respondía Osasuna con una buena recuperación a 20 metros de la portería de Oblak, se internaba Aimar Oroz en el área, pero su disparo con la izquierda le salía trabado, suficiente para que el esloveno lo pudiese atrapar sin problemas en el suelo.

Se metía el choque en una zona en la que cada control de balón suponía una pequeña guerrilla. Estaba avisado el Atlético de lo que le venía sucediendo en los partidos lejos del Metropolitano. También estaba avisado de que el equipo de Vicente Moreno tenía, sobre todo, una fortaleza, el balón parado.

El Atlético es un especialista en meterse en sus propios problemas. Y el primer gol de Osasuna fue el ejemplo de ello. Un saque de esquina que ni siquiera tenía que haberse dado porque Sorloth despejaba un balón que se iba por línea de fondo si no hubiese mediado la intervención del atacante.

Es cierto que el Atlético era el que menos goles de cabeza había encajado hasta este choque –dos-, pero también lo es que el cuadro navarro es un peligro en las jugadas de estrategia (acabaría encajando dos en total, a través de esta vía). Se adelantaba el cuadro navarro a los 25 minutos, en un saque de esquina que parecía la Puerta del Sol en fin de año. Jugadores haciendo pantalla, aglomeración… y en esas que Catena saltaba para cabecear el primero de la tarde y ponerse por delante. El 22º gol a balón parado de Osasuna en este curso.

Se rehacía el Atlético de Madrid y rozaba el primero, diez minutos después. Centro de Barrios desde la derecha, Sorloth le ganaba la espalda a Boyomo y su remate de cabeza, en plancha, lo blocaba el meta de Osasuna en la misma línea de gol. Sergio Herrera se había tirado por inercia porque lo normal es que ese cabezazo hubiese significado el empate. 

SIMEONE CAMBIA EL DIBUJO

Simeone metió cambios en el descanso, porque necesitaba que las bandas fuesen más profundas. Para ello metió a César Azpilicueta y a Samu Lino en el campo. El brasileño –por Javi Galán- para la zona izquierda; el navarro –por Giuliano Simeone- para cambiar el sistema al 5-3-2, dejando a Azpi como tercer central por la izquierda y Llorente como carrilero largo por la derecha. 

Un cambio que no duró demasiado porque a los cinco minutos de la reanudación, el Atlético perdía a un Pablo Barrios que tenía que ser cambiado por una conmoción cerebral. Dentro Molina, para que Llorente pasase al medio. No era la última vuelta que le daba Simeone al equipo, buscando esa vía para competir un partido en el que Osasuna vivía con mucha tranquilidad en esa segunda mitad. Dentro Griezmann, Correa y Gallagher, por Koke, Julián y Sortloth. Discretísimo el argentino, que volvía tras sanción; inofensivo el noruego tras su sobresaliente participación de la pasada jornada ante la Real Sociedad.

No hacía daño el Atlético y Osasuna esperaba su turno. Esa falta de intensidad se vio en los balones divididos en los que Boyomo ganó a sus pares, para recuperar un balón cerca del centro del campo, e iniciar la jugada que acabaría con un centro al área, donde Budimir le ganaba la acción a Le Normand, se adelantaba para picar el 2-0 que acerca a los navarros a Europa

Etiquetas: LaLiga Atletico Madrid
Ï