Matthijs De Ligt se erigió como héroe del Manchester United este sábado en campo del Tottenham al firmar en el tiempo añadido el gol con el que los ‘red devils’ salvaron un punto en un partido que tuvo de todo (2-2). Golpearon primero los de Rúben Amorim por mediación de Mbeumo, le dieron la vuelta al marcador los de Thomas Frank con tantos de Mathys Tel y Richarlison, y a la postre aconteció el mencionado gol de De Ligt que propició un empate de esos ante los que nadie acaba contento.
En el caso del United, firmar un punto en un campo como el de la parte blanca del norte de Londres es un buen resultado, pero no lo parece tanto cuando se ha llegado hasta el 84’ gozando de un 0-1 a favor. Así fue gracias a que Bryan Mbeumo, que está en racha y justificando todos y cada uno de los millones que se pagaron por él, marcó en el 32’ para abrir el marcador. Fue al rematar de cabeza un centro de Amad Diallo en uno de las pocas jugadas destacables de la primera mitad.
Ya en el segundo acto, el Tottenham hizo de tripas corazón y se puso manos a la obra en la búsqueda de la remontada. Por momentos pareció que no llegaría, pero el acierto de Thomas Frank a la hora de mover el banquillo fue clave para que sí lo lograse. Odobert le dio al equipo la electricidad que andaba buscando y Mathys Tel, que había saltado al verde en el 79’, le ganó la partida a De Ligt en el área para empatar en el 84’. Dicho tanto, no obstante, no sería más que la mitad de la reacción ‘spur’, ya que en el tiempo añadido Richarlison metió la cabeza en la trayectoria de un disparo a puerta de Odobert y desvió el balón lo suficiente para despistar a Lammens y establecer el 2-1 en el marcador. Hubo celebración con lágrimas incluidas del brasileño, pero éste no debió pensar entonces en que el encuentro todavía no había acabado. Y antes de que llegase el pitido final, a la salida de un saque de esquina, De Ligt cabeceó en el segundo palo para silenciar el Tottenham Hotspur Stadium con el 2-2. El encuentro pudo tener los tres signos en la quiniela pero finalmente tuvo una ‘X’ que solo contentó a los que habían apostado por la misma.