Isco Alarcón destapó el tarro de sus esencias ante el Real Madrid. El talentoso futbolista del Betis se lo guisó y se lo comió él solito para darle la vuelta al marcador, en el arranque de la segunda mitad, en el estadio Benito Villamarín.
En el minuto 53, Isco lanzó un genial pase sobre el joven Jesús Rodríguez, que fue atropellado dentro del área por Rüdiger, que vio la cartulina amarilla. El exmerengue Isco se encargó de transformar la clara pena máxima que señaló sin pestañear el colegiado canario Hernández Hernández y que permitió a los de Pellegrini adelantarse en el marcador (2-1).
