El Atlético de Madrid logró su segunda victoria en la Champions League. Un triunfo mucho menos cómodo de lo que se esperaba en un principio, y en el que los rojiblancos acabaron pidiendo la hora, a pesar del 2-0 de Gallagher en el minuto 72. A falta de 10 minutos, Sykes metió de cabeza al Union Saint-Gilloise en el partido y provocó que los colchoneros acabasen sufriendo tras el fallo de Julián en un mano. Tanto sufrió, que en el tiempo de descuento se pasó del posible 2-2 de Patris, al 3-1 de Llorente. De locos.
Avisó Simeone en la previa de la velocidad del rival por las bandas, y de que no se lo habían puesto nada fácil a Inter y Newcastle, a pesar del 0-4 final. Pues lo mismo sucedió en el Metropolitano. Así que los primeros minutos fueron para los belgas.
Primero empezaron cayendo a la banda derecha en la que estuvo Nahuel Molina que volvía a la titularidad, y luego se dejaron caer por la de Ruggeri. Aprovechando la espalda del italiano llegó una de las ocasiones más claras. Khalaili que llegó a línea de fondo y su centro atrás, no fue capaz de rematarlo Kevin Rodríguez.
En el minuto 25, otra mala noticia para los colchoneros. Le Normand pedía el cambio después de haberse dado un golpe con Zorgane. El club explicó que se marchó por "un traumatismo indirecto (hiperextensión) en la rodilla izquierda". Habrá que esperar para conocer el alcance de la lesión.
Pero el mayor susto llegó tras un saque de esquina. Balón colgado, prolongación al centro del área y Mac Allister de chilena fue incapaz de abrir el marcador para los belgas. Su mejor ocasión sin duda alguna. De haberla anotado hubiese sido un golazo.
Así que apareció Giuliano como si fuese un Fórmula 1, como si quisiese promocionar el importante acuerdo que anunció el club por la mañana, para hacer bueno un pase en profundidad de Griezmann, meterse en el área, cederle atrás la pelota a Julián y el argentino abrió el marcador. No era merecido, pero es lo que tiene la contundencia.
Al descanso pudieron irse con un 2-0, pero el colegiado anuló un gol de Griezmann por un fuera de juego previo de Álex Baena. Para el recuerdo el derechazo de Nahuel Molina que desvió el portero al palo, para que luego el Principito marcase a puerta vacía.
La segunda parte comenzó como todos esperaban que hubiese iniciado el partido, con el Atlético dominando y jugando en campo contrario. Las mejores ocasiones en ese periodo fue un disparo desviado de Giuliano y otro de Ruggeri que tuvieron que desviar a córner. Hasta Sorloth cuando salió forzó un posible penalti, pero desde el VAR entendieron que el defensor tocó pelota antes.
A pesar del dominio llegó el susto belga. Tras un saque de falta lateral, dos jugadores del USG lograron prolongar de cabeza para que Promise rematase fuera por muy poco dentro del área.
Pero Gallagher decidió zanjar el asunto sacando su palo de golf. El inglés puso una pelota suelta en el área en la misma escuadra, superando al portero y hasta a tres defensores. Igual de reseñable fue la jugada previa de Sorloth, el noruego se marchó al espacio y tras un buen recorte no pudo definir.
El 2-0 parecía que sentenciaba el partido, pero la velocidad de los belgas y su buen juego aéreo hizo que se volviesen a meter. Y lo hicieron tras una saque de falta de lateral que Sykes cabeceó en el segundo palo a la red, superando a Ruggeri.
Un encuentro que pudo caer de cualquiera de los dos lados. Julián Alvarez tuvo un mano a mano con Scherpen y su disparo se estrelló en la rodilla del cancerbero. Ya, en el descuento Patris pudo hacer el 2-2 en un cabezazo que paró fácil Oblak. Y en la última jugada fue Llorente el que anotó tras un rechace del portero para poner el definitivo 3-1.